Nacho Dean momento antes de iniciar la vuelta al mundo a pie Kilómetro Cero de Madrid, 27 de marzo de 2013 |
Aquella mañana del 27 de marzo de 2013, se formó un pequeño revuelo en la Puerta del Sol. Familiares, amigos y curiosos se habían acercado hasta allí para despedir y desear suerte a Nacho Dean, un malagueño que partía desde el Kilómetro Cero en pos de una quimera: dar la vuelta al mundo a pie. Abrazos, risas, llantos, palmadas en la espalda, palabras al oído..., y luego empezar a caminar, a dar un paso tras otro, con la gozosa incertidumbre de no saber qué es lo que va a pasar cada día, con la profunda sensación de libertad que da dirigirte hacia el horizonte.
Nacho Dean con la cordillera de los Andes al fondo |
Nacho Dean necesitó de tres años para completar su aventura, y el pasado día 5 de mayo se acercó hasta Málaga para contárnosla, invitado por el Aula de Filosofía Práctica de La Térmica. La charla de Nacho, con el título Interludio: el viaje a pie, fue presentada por Juan Manuel Ayllón, profesor titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Málaga, que ha sido miembro de la Sociedad Excursionista de Málaga y, por tanto, buen andariego.
Nacho Dean y Juan Manuel Ayllón (Interludio: el viaje a pie) Aula de Filosofía Práctica de La Térmica, Málaga 5 de mayo de 2016 Foto: Pedro Delgado |
Como ven, la experiencia de Nacho es un ejemplo para todos los que sueñan con realizar algo que se salga de la norma, incluso ese sueño tan peregrino que me viene rondando en la cabeza desde hace un tiempo y que consistiría en dar la vuelta al mundo haciendo autostop. Lo de hacerlo a pie no crean que no me gustaría, pero tres años es demasiado tiempo para alguien que tiene familia. Mi última gran caminata fue en el 99, cuando recorrí casi toda la cordillera del Alto Atlas en Marruecos. De aquel viaje guardo un grato recuerdo y un manuscrito (En el corazón del Atlas) que espero ver algún día en las librerías.
Mis botas (Fotografía: Pedro Delgado) |
Escuchando a Juan Manuel y a Nacho Dean, me vinieron a la mente los nombres de varios ilustres y espartanos caminantes:
Arthur Rimbaud, que descubrió el placer de las largas caminatas en su infancia y de pasear por las orillas del Mosa pasó a caminar por Europa;
Rimbaud dibujado por Verlaine "Los viajes forman la juventud" |
Gerald Brenan, que con 18 años escapó de la isla y de la rigidez paterna en busca de las montañas del Pamir. Brenan no alcanzó nunca su meta, se detuvo en Bosnia, pero los 2.500 kilómetros que recorrió aquellos meses convirtieron a aquel adolescente en todo un adulto.
Gerald Brenan |
Y Patrick Leigh Fermor, que cruzó Europa hasta Costantinopla en los años treinta, con la misma edad que Brenan, experiencia que escribió cuarenta y cincuenta años después en esa trilogía viajera que es Un tiempo de regalos, Entre los bosques y el agua y El último tramo.
Patrick Leigh Fermor en 1934 |
Nacho Dean también quiere escribir un libro, y me pregunto qué tipo de libro escribirá. No crean que es fácil. Hay que tomar muchas decisiones, y cada una de ellas lleva a un libro distinto. Y luego queda titularlo. Todo se arregla caminando podría ser una buena elección, pero ya la ha elegido César Antonio Molina para sus memorias. Sea como sea, espero que Nacho no tenga muchas dificultades para publicarlo; desde hace un tiempo el mundo editorial viene fijándose en este tipo de literatura, lecturas que nos animan a calzarnos las botas y tirar hacia delante: Wanderlust. Una historia del caminar, de Rebecca Solnit (Editorial Capitán Swing);
http://www.gallonero.es/del-caminar-sobre-hielo/ |
Yo acabo de leer este último, en el que Herzog se nos revela como un vagabundo, un poeta, un soñador, un caballero, un rufián..., y también como el cineasta que es*. Un tipo solitario que camina desde Munich a París para insuflarle vida a su mentora. La búsqueda, la eterna búsqueda de uno mismo y de los demás.
*el alemán es el director de Fitzcarraldo y Aguirre, la cólera de Dios.
"A finales de noviembre de 1974, un amigo de París me llamó y me dijo que Lotte Eisner estaba gravemente enferma y probablemente moriría [...] Cogí una chaqueta, una brújula y una bolsa de lona con lo imprescindible. Mis botas eran tan sólidas y nuevas que confiaba en ellas. Tomé el camino más directo a París, firmemente convencido de que si iba a verla a pie, ella seguiría con vida. Además, quería estar a solas conmigo mismo."Al igual que Herzog, yo también tengo una buena amiga en París, así que me resulta fácil imaginar la situación. Por supuesto que podría llegar a la capital francesa en un par de horas sentado cómodamente en un avión; pero, como él, creo que preferiría hacerlo a pie. Y mi paso sería firme, y la tierra temblaría...
"Mi paso es firme. Y la tierra tiembla. Cuando camino, es un bisonte el que camina. Cuando descanso, es una montaña la que reposa."
"Entonces varias grullas me han sobrevolado en formación. Volaban contra el fuerte viento y apenas avanzaban más rápido que yo a pie. Eran veinticuatro, grandes, grises, y de vez en cuando una de ellas lanzaba un chillido ronco. Cuando una ráfaga de aire golpeaba su formación, algunas planeaban; otras, a las que el viento había sacado del grupo, luchaban por regresar a su posición; era grandioso verlas encajar unas con otras. Para aquel que camina, las grullas, al igual que el arcoíris, son una metáfora."
Y no me resisto a terminar esta entrada sin recordar a mis alumnos que, al igual que viajar es la mejor escuela del mundo, andar es el mejor vehículo para ir al instituto o a la universidad, una buena manera de empezar el día de forma activa. Yo procuro dar ejemplo, y siempre me desplazo al trabajo en bicicleta o a pie. ¿Y tú, te apuntas el curso que viene?
Nacho Dean feliz en su aventura http://earthwidewalk.tumblr.com/post/64397306427 |
"La sabiduría llega a través de las plantas de los pies."
Werner Hergoz
Nota: los textos de Werner Herzog del caminar sobre hielo pertenecen a la primera edición de Gallo Nero Ediciones, con traducción de Paula Aguiriano Aizpurua.
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