domingo, 29 de octubre de 2017

HASTA ARRIBA


Hasta arriba de W. E. Bowman (Editorial Blackie Books)
Fotografía: Pedro Delgado

Tenía ganas de leer Hasta arriba del ingeniero y escritor británico W. E. Bowman (Scarborough, 1911-1985). La portada de Sergio Membrillas y la pegatina dorada que le habían añadido los de Blackie Books actuaban sobre mí como un imán. "Un clásico del humor y del alpinismo" se leía en ella, junto a la aseveración del también escritor Bill Bryson de que tenía en las manos el libro más divertido que él leyó en su vida.
 Por todo ello, el listón estaba muy alto cuando ataqué las primeras páginas de Hasta arriba; aunque no tan alto como los 40.000 pies y medio de altura del Kurda Rarí (Rum Doodle en la obra original), la montaña que pretenden ascender los protagonistas. Que esos 40.000 pies de altura equivalgan a 12.192 metros nos da una idea de lo disparatado de la empresa. Y más todavía cuando empezamos a conocer a los integrantes del equipo, a cual más incompetente.
 ¿Pero es realmente Hasta arriba un libro de humor? En la contraportada han tenido a bien añadirle el adjetivo "británico" al sustantivo "humor", lo que puede orientarnos sobre esta cuestión, pues lo que entendemos por humor aquí abajo, en Andalucía, no tiene nada que ver con lo que entienden en las islas británicas. Tal vez si el libro lo hubiese traducido Pablo Carbonell, a su manera, podríamos hablar de un libro de humor humor. Lo que sí es Hasta arriba es una sátira, para la que el autor tomó como modelo el relato que escribió Bill Tilman en 1937 sobre su expedición al Nanda Devi.

Grabado antiguo de una expedición alpina, obra de Whymper SC

 Que Bowman parodiase el mundo de las expediciones alpinas no fue ningún handicap para que la novela se convirtiese en libro de culto para varias generaciones de alpinistas, habiendo sido ya publicada* en 2001 por la Editorial Barrabes; la misma editorial que publicó mi novela Neguinha la garimpeira en 2007.

*con el título Al asalto del Khili-Khili.

 Junto a la sátira y la parodia, Bowman cuela en el texto sentencias y descripciones brillantes:
Cuando estás colgando indefenso del extremo de una cuerda de 100 pies de largo es importante saber que el hombre que hay en la otra punta es un verdadero amigo.
*** 
Quedaban, pues, Constant y Propens; pero no me convencía en absoluto este emparejamiento: ambos tenían esas maneras de eruditos que podían resultar opresivas en el interior de una tienda pequeña. 
 ***
No quisiera cansar al lector con un relato de los pasos que Puag y yo recorrimos hasta desarrollar nuestro lenguaje de signos y poder por fin comprendernos. Habrá quien lo crea imposible pero, como a menudo he tenido ocasión de recalcar, la buena voluntad es la mejor de las intérpretes. 
*** 
Con todo, en la cima del Chincha Rabí nos sobrecogió la visión de aquel prodigioso bastión que alzaba su majestuosa cabeza contra el cielo despejado. Estábamos allí plantados cuando Constant habló por todos nosotros. 
–Tiene el porte de una diosa, como si desafiase a todo aquel que cometa el sacrilegio de pisar su inmaculado santuario. Se elevó un murmullo de consenso. En ese momento nos sentimos muy pequeños ante la inmensidad de la empresa que nos habíamos propuesto y, por una vez, elevé una ferviente súplica para que no me fallaran las fuerzas en el suplicio que teníamos por delante. En momentos así, un hombre se siente muy cerca de sí mismo. 
 ***
Me felicité por cómo había dispuesto los grupos: para que dos hombres fueran capaces de mantener una conversación animada tras varias horas de dura caminata a 15.000 pies, tenían que ser sin duda espíritus afines. Una de las recompensas más sustanciosas del liderazgo es recoger los frutos de los manejos que uno hace del elemento humano.
*** 
Miré hacia la cumbre del Kurda Rarí, tan serena en su pureza virginal, y tuve la impresión de que la diosa de la montaña estaba mirando con desdén a las insignificantes criaturas que habían puesto un pie sacrílego en sus taludes y las retaba a dar lo máximo de sí mismas.

 Reseñar que esta reedición en tapa dura de Blackie Books nos llega con una nueva traducción de Julia Osuna, quien ha tenido que lidiar con muchos términos que en el original escondían dobles sentidos y juegos de palabras. De ahí que se llame Puag el insufrible cocinero, o Chi Ko, Reta Ko y Ta Pong tres porteadores menudos y robustos.

 Y no se me ocurre mejor colofón que dejaros el sketch que protagonizaron los Monty Python sobre una expedición de peluqueros al Everest.


Lo que yo habría dado por verlos protagonizar la escena del champán en la grieta y oírlos entonar desde el fondo My Darling Clementine.


Este último (se refiere al médico de la expedición) había contraído la rubeola, pero estaba en las mejores manos, las suyas.
*** 
Pasamos por muchas aldeas cuyos habitantes eran invariablemente huraños y antipáticos, salvo cuando Constant (se refiere al traductor) hacía sus acercamientos, que se volvían hostiles.
*** 
Pronto estuvimos riendo de nuevo, mientras relatábamos una y otra vez nuestras aventuras. Todo el mundo quería hablar y nadie escuchar.

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